Matanza de la Escuela Santa María de Iquique

Matanza de la Escuela Santa María de Iquique

Matanza Escuela Santa María de Iquique

 

Presidencia de Pedro Montt Montt

La Matanza de la Escuela Santa María de Iquique es uno de los hechos que cae dentro de los más dolorosos de nuestra historia republicana. Una huelga iniciada pacíficamente que involucra a una multiplicidad de gremios de Iquique y salitreros, termina con la masacre horrenda de 3.600 mujeres, niños y obreros por parte del Estado chileno.

Las peticiones eran simples, en el contexto de una gran devaluación del peso chileno el poder adquisitivo del pueblo había caído alrededor del 50% respecto del período anterior a él, en la industria del salitre se daba la paradoja que los empresarios negociaban en libras esterlinas, mientras cancelaban a los obreros en pesos chilenos, por ello la primera demanda era considerar para pago un cambio de 18 peniques por peso. También se solicitaba terminar con los abusos de precios y pesaje en las pulperías permitiendo el comercio libre en las oficinas y aumentar la seguridad laboral debido al alto número de accidentes laborales en el proceso del salitre.

Todo comienza en Iquique el 04 de diciembre de 1907 los trabajadores del ferrocarril salitrero paralizan funciones y al día siguiente lo hacen los del ferrocarril urbano. Ambas peticiones tuvieron resultados distintos a los primeros se les aceptó la petición de fijar el cambio a 16 peniques por peso, a los segundos no, sin embargo, la chispa ya estaba encendida. El día 09 de diciembre paralizan los trabajadores de bahía inmovilizando los embarques de salitre, Iquique se encuentra semi paralizada con una agitación social enorme, los gremios iquiqueños asociados a mancomunales obreras en la cual participan gremios de obreros salitreros difunden la noticia de avanzar hacia una paralización del Norte Grande para hacer escuchar sus peticiones.

El día 10 de diciembre vota la huelga la oficina salitrera San Lorenzo, la respuesta negativa a sus peticiones llega en la mañana del día 12 lo que solo hace que la efervescencia crezca y la agitación se difunda como reguero de pólvora por el desierto.

Una columna de obreros de San Lorenzo se dirige a la oficina Santa Lucía, quienes también paralizan, luego lo hacen a las diferentes oficinas del Cantón Salitrero de San Antonio, el día 15 de diciembre han paralizado las oficinas San Pablo, San Agustín Santa Lucía, Santa Clara, San Lorenzo y Santa Ana, sumando más de 2400 obreros en huelga.

El día 15 de diciembre las mancomunales obreras de Iquique y Salitreras llaman a un mitin en la localidad de Zapiga, se estima en torno a unos 6.000 obreros los que se hacen presente, la reunión se desarrolla en calma y se elabora un documento dirigido al Presidente de la República en el que se le manifiesta:

“El pueblo de Zapiga, reunido en asamblea pública con el concurso de la mayor parte de los trabajadores de establecimientos salitreros de la Pampa tarapaqueña, acordó unánimemente, pedir a S.E. despliegue todas energías propias del Primer Magistrado de Chile, dentro de la Constitución y las leyes y en resguardo y beneficio del pueblo oprimido, cuando S.E. cumpla su programa de regeneración de Chile”. 

La marcha se inicia el día 13 de diciembre en dirección a la oficina San Antonio luego de no haber recibido respuesta a sus peticiones por parte de los administradores de las oficinas, y guiados en el rumor de una reunión con el intendente en dicha oficina, viajan con sus mujeres e hijos. La mayoría se dirige a pie hacia San Antonio en donde pasan la noche, pese al cansancio, hambre y frío, sin concretar la ansiada reunión, deciden bajar a Iquique en donde se encontraban las oficinas de representación de las casas comerciales dueñas de las salitreras, en el pensamiento que podrían negociar directamente con los representantes. La mañana del día 15 de diciembre encuentra a más de 8.000 trabajadores y sus familias caminando hacia Iquique.

Al llegar a Iquique son ubicados en el hipódromo de la ciudad el que se encuentra rodeado por guardias a caballo, se les proporciona alimentación. Luego de descansar una comisión de obreros solicita una reunión con el intendente con el objeto de hacerle llegar sus peticiones, sin embargo, éste les responde que organizará una reunión con los representantes de las casas dueñas de las salitreras, sin embargo, las conversaciones se extienden sin resultados positivos, mientras la comisión negocia, los obreros y sus familias se mantiene pacíficamente al interior del hipódromo.

Al inicio de la tarde del día 15 de diciembre las autoridades provinciales hacen una propuesta de tregua por 8 días en donde los representantes de las casas comerciales consultarían una respuesta al pliego de peticiones a sus casas matrices en Europa, esto implicaba que al momento de aceptar la propuesta los huelgistas se embarcarían en trenes de vuelta a sus oficinas a reiniciar labores y esperar la respuesta, mientras que las casas comerciales se comprometían a disponer de dicha respuesta en el plazo indicado. La respuesta inicial de la asamblea fue un rotundo no, sin embargo, luego de declaraciones y compromisos del intendente interino sr. Guzmán García, los huelguistas aceptan la propuesta y se dirigen a la estación de ferrocarriles. Se acerca la noche, los carros dispuestos son abiertos y planos, el temor al frío y caerse de ellos en la ruta los hace desistir de abordarlos y acuerdan mantenerse en Iquique a la espera de la respuesta de las casas comerciales.

Los obreros molestos por las condiciones inhumanas de traslado ofrecidas, se dirigen a la plaza Prat en donde realizan una reunión abierta, con la situación desbordada el intendente interino y miembros del comité de huelga solicitan mesura y calma, en el intertanto los telégrafos informan a las oficinas de la pampa los resultados de la negociación y una tras otra las oficinas en funcionamiento paralizan y los obreros bajan a Iquique a reforzar la huelga.

Para dar alojamiento a los huelguistas se utiliza la escuela Santa María, la noche fue tranquila, durante el día 16 se realizan múltiples reuniones en donde se entrega el petitorio definitivo:

1.- Pago del salaria a un cambio de 18 peniques

2.- El cambio de las fichas por dinero debía ser a su valor nominal, sin descuentos

3.- Libertad de comercio al interior de las oficinas

4.- Control de pesos y medidas en las pulperías

5.- Prohibición de arrojar el caliche de baja ley a las ramplas, dado que había sido desechado por la administración de la oficina

6.- Seguridad en la faena. Cubrir las bateas y chulladores

7.- Locales gratuitos para el funcionamiento de escuelas nocturnas

8.- Permanencia en sus puestos de los participantes en la huelga o indemnización entre $ 300 y $ 500 en caso de ser despedidos

9.- Aviso obligatorio de 15 días antes de desvincular la relación laboral para patrones y obreros

10.- Reducir a escritura publica el acuerdo una vez aceptado

Las autoridades piden un plazo de dos días para responder el pliego

El gobierno ve con preocupación lo masiva de la huelga dado que, se puede extender hacia Antofagasta e incluso al resto del país que también se encuentra convulsionado por la miseria obrera, por lo que el 16 de diciembre se envía desde Valparaíso los cruceros Esmeralda, Blanco Encalada y Zenteno, los que transportan tropas de Carabineros, el Ejercito, al Intendente de Tarapacá Carlos Eastman, al General Roberto Silva Renard, el Jefe del Estado Mayor de la primera división, Coronel Sinforoso Ledesma y otras autoridades militares.

La huelga se mantiene en paz, mientras nuevos contingentes de obreros arriban a Iquique. En la tarde del 17 de diciembre el comité de huelga recibe la noticia que ha estado esperando, el cantón de Lagunas, el más austral de la provincia de Tarapacá se ha plegado a la huelga, todos sus trenes se dirigen a Iquique con más de 1.000 obreros en huelga. Todos los cantones salitreros de Tarapacá se han unido a la huelga.

Producto de lo masivo de la huelga y con el objeto de una mayor coordinación entre los trabajadores se conforma un comité de huelga ampliado con sede en la escuela Santa María, he integrado por:

Presidente: José Briggs

Vicepresidente: José Altamirano

Tesorero: José Santos Morales

Secretario: Nicanor Rodríguez

Pro-secretario: Ladislao Córdova

A los que se suman 18 delegados de diferentes oficinas

El mismo día 17, los obreros de Iquique deciden sumarse a la huelga y nombran delegados ante el comité de huelga salitrero, adhieren: panaderos, carpinteros, jornaleros, lancheros, pintores, gasfiteros, albañiles, maestranzas, carreteros, abasteros, sastres.

Entre el día 17 y 20 de diciembre continúan bajando obreros desde las salitreras hacia Iquique, lo que incrementa la movilización en la ciudad y crispa el ambiente, toda vez que, el plazo entregado por los obreros para una respuesta había expirado.

Desbordado por la huelga el intendente Eastman oficia al presidente:

“Agotado todo medio conciliatorio procedo tomar medidas enérgicas entregando el cumplimiento a autoridad militar pues me es imposible tener en ciudad tan grande aglomeración gente sin inminente peligro seguridad pública tranquila vecindario lamentaría muchas consecuencias dolorosas”.

Los hechos se precipitan vertiginosamente, el intendente declara estado de sitio, censura periodística y de telégrafo, mientras obreros son baleados por fuerzas del ejército en Buenaventura.

En la mañana del 21 de diciembre se realiza una reunión en la intendencia en donde las casas comerciales que controlan las salitreras comunican al intendente que, el no aceptar las proposiciones de los huelguistas es más por un acto de autoridad que de dinero, aceptar sus exigencias implicaría que cada vez que quisieran mejoras invocarían la huelga y eso era un mal precedente para el futuro del negocio.

La suerte está echada, el general Silva Renard rodea la escuela Santa María, les exige el desalojo y la vuelta al trabajo lo que no es aceptado por los huelguistas, a las 15.50 hrs. ordena el desalojo por la fuerza de la escuela permitiendo a la tropa disparar, se hicieron tres descargas que incluyeron fusilería y ametralladoras pesadas.

El resto todos lo sabemos, mas de 3.600 niños, mujeres y hombres fueron asesinados.

 

Imagen Radio Guayacan