Por Ariel Ulloa Azocar, ex Alcalde de Concepción –
El 25 de Octubre casi el 80 % de los ciudadanos decidimos poner
punto final a la Constitución de 1980 y mandatamos a la
Convención Constitucional que será elegida en Abril de 2021, la
redacción de una NUEVA CONSTITUCIÓN.
Se trata entonces de un MANDATO y por lo tanto los constituyentes no tienen opción y están obligados a elaborar dentro de un plazo acotado una nueva
Carta Fundamental. Sin embargo, sectores de la derecha, en
particular la UDI y el Partido Republicano , estiman que logrando
el tercio de la Asamblea Constitucional contarían con un derecho
a veto que permitiría bloquear todo intento progresista y
democrático que apunte , por ejemplo , a terminar con el manto
protector que la constitución de 1980 brinda al modelo
económico, precisamente el responsable de las desigualdades que
generaron el estallido social de Octubre 2019. Esta es la línea que
en el último Consejo General de la UDI marcó de manera explícita
el ex senador Pablo Longueira.
Pero este no es el único peligro. El otro proviene de los mismos que estuvieron por el APRUEBO cuando desde distintos sectores políticos e incluso independientes organizados, surge la idea de levantar listas propias, con postulantes no manchados por su militancia o cercanía a los partidos políticos legales y en particular aquellos de la ex Concertación.
Todo bien , entendible incluso, pues somos muchos
los que nos hemos sentido dolidos con los errores de la transición
y que responsabilizamos de esos errores y omisiones a los
partidos que tuvieron responsabilidades principales en ese
período. Sin embargo la realidad electoral y el sistema
proporcional debiera aterrizarlos. He tenido en mis manos
distintas simulaciones electorales y en ninguna, la actual
oposición y los que votamos por el apruebo, lograríamos los 2/3 o una mayoría muy sustantiva si vamos a la elección de la Convención Constitucional en más de una sola lista.
Por lo tanto la UNIDAD en este caso es imperativa si queremos cumplir con el
MANDATO de Octubre. No lograr esto constituiría una
irresponsabilidad histórica y una traición a ese mandato. ¿Quién
pagaría la cuenta por este error? ¿La pagarían los repudiados
partidos a los que se habría buscado castigar? Ciertamente que
NO. ¡La pagarían los millones de chilenos y chilenas que
entregamos un mandato el 25 de Octubre que verían resucitar en
Abril una Constitución que habían enterrado en Octubre! He
escuchado como argumento contra la lista única que esta serviría
para mantener con vida a los desprestigiados partidos políticos
de la ex concertación. Argumento superficial y hasta falaz, por
cuanto los partidos legales miden su representatividad de
acuerdo a la ley en las otras elecciones. Si quedan bajo un
porcentaje establecido sencillamente desaparecen. Obvio que no
es el caso de la Convención Constitucional donde alguien si se
juega la vida… ¿ Saben quien es amigas y amigos puristas que
vociferan desde el balcón de la ética y hacen de francotiradores?
Se juega la vida CHILE nada más y nada menos. La lista única es el
camino y no deben existir pretextos ni subterfugios “ideológicos”
baratos para evitarla . El país está primero y el MANDATO del 25
de Octubre es tajante.
Dr. Ariel Ulloa Azocar
Ex Alcalde de Concepción