Por Radio Nonguén – Durante marzo de 1966, bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva, el sindicato de la minera de cobre El Teniente inicia una huelga en la que demanda que se cumpla con lo comprometido por el gobierno durante la huelga general de trabajadores del cobre del año
anterior, así como, los compromisos adquiridos respecto de procesos legales a las que estaban sometidos algunos dirigente por los hechos de 1965. La Confederación de Trabajadores del Cobre hace un llamado a todos sus asociados a la solidaridad con la huelga y reitera las peticiones de aumento salarial levantadas en la huelga del año anterior aún sin respuesta.
En el día 57 de la huelga de El Teniente, se pliegan a ella los sindicatos de Potrerillos, El Salvador, Llanta y Barquito. El gobierno reacciona definiendo la huelga como absurda e ilegal, declara estado de emergencia en el departamento de Chañaral, allana la casa de los trabajadores, expulsa del campamento de El Salvador a 300 obreros hacia Pueblo Hundido (mantiene a sus familias en El Salvador), cierra los accesos a los campamentos
y apresa a un grupo de dirigentes sindicales de la zona, trasladándolos a la cárcel de La Serena.
Pese a lo anterior la huelga se mantiene, el día 08 de marzo de 1966 los militares a cargo de la zona de emergencia emiten la orden de volver a las faenas, lo que es cumplido al día siguiente por alrededor del 25% de los huelguistas. Los militares amparados en la orden generada intentan el desalojo del sindicato de Potrerillos, para ello rodean el edificio con armamento de guerra y conminan a los obreros y sus familias al desalojo, una comisión encabezada por mujeres de obreros logra acordar la salida de los ocupantes impidiendo acciones violentas por parte de los militares,
lamentablemente no ocurrirá los mismo el 11 de marzo próximo en El Salvador.
El día jueves 11 de marzo de 1966 las fuerzas militares ordenan el desalojo del sindicato de El Salvador, en el interior del edificio se encuentran alrededor de 300 trabajadores y sus familias en labores de manejo de una olla común. Un piquete de carabineros intenta ingresar por la fuerza al local del sindicato encontrando la oposición de los trabajadores por lo que lanzan bombas lacrimógenas hacia el interior del local. Esta acción desencadena el escape de los trabajadores por la parte posterior del sindicato en dos grupos, el primero lo hace hacia el estadio y el segundo hacia el norte del campamento, este segundo grupo es ametrallado por fuerzas de carabineros y militares. Trabajadores que se encontraban en el campamento se dirigen hacia al local del sindicato a ayudar a los heridos, pero son atacados con disparos por carabineros y militares. Una tercera descarga ocurre cuando los uniformados se enteran que un capitán del ejército ha sido herido a bala por sus propias fuerza.
Terminada la matanza 8 trabajadores o familiares han muerto, entre ellas, dos mujeres familiares de trabajadores, todos ellos asesinados por balas de guerra, la mayoría por la espalda. También se reportan 37 heridos.
Fotografia de Convergencia medios.