Parlamento de Tapihue 1825
El significado de Parlamento nos indica que es una reunión entre las máximas autoridades de territorio estado, monárquico o republicano, con las autoridades de los Butalmapus o confederaciones mapuches. Estos parlamentos se inician en 1593 y se extienden hasta 1825.
El Parlamento de Quilin del 06 de enero de 1641 a orillas del río Quilin reunió al Gobernador Francisco López de Zúñiga como representante de la corona y el Toqui Lientur, aspecto relevante de él, es establecer que la frontera norte del territorio mapuche era el río Bío Bío.
Dicho acuerdo alcanzó el estatus de tratado internacional y fue firmado por el rey Felipe lV en abril de 1643.
El Parlamento de Negrete de 1726 convocado por el Gobernador Gabriel Cano de Aponte por su parte acordó entre otras cosas la aceptación por parte de la corona de la soberanía mapuche respecto del territorio al sur del río Bío Bío.
De lo anterior se puede desprender que la Corona española y la nación Mapuche lograron mediante una historia de tratados reconocerse como naciones independientes y respetar territorio, culturas y desarrollo societarios.
La naciente Republica de Chile consciente de la necesidad de lograr un desarrollo pacífico con el pueblo Mapuche en su territorio, convoca bajo el gobierno de Ramón Freire al Parlamento de Tapihue de 1825, éste se desarrolla en las cercanías de Yumbel un 7 de enero de 1825. Concurren por parte de la República el coronel Pedro Barnechea como representante del Gobierno de Chile y Francisco Mariluan como representante de las máximas autoridades del pueblo Mapuche, como resultado de este Parlamento se firma un tratado de amistad entre ambos pueblos.
Parte de lo acordado es:
Artículo 18 “Los Gobernadores o Caciques desde la ratificación de estos tratados no permitirán que ningún chileno exista en los terrenos de sus dominios por convenir así al mejor establecimiento de la paz y unión, seguridad general y particular de estos nuevos hermanos”
Artículo 19 “Haciendo memoria de los robos escandalosos que antiguamente se hacían de una y otra parte, queda desde luego establecido, que el chileno que pase a robar a la tierra; y sea aprendido, será castigado por el Cacique bajo cuyo poder cayere, así como lo será con arreglo a las leyes del país el natural que se pillase en robos de este lado del Bío Bío, que es la línea divisoria de estos aliados hermanos”
Artículo 22 “La línea divisoria no se pasará para esta, ni para aquella parte sin el respectivo pasavante de quien mande el punto por donde se pase, y el que lo haga sin este requisito será castigado como infractor de la ley”
A lo anterior se debe sumar un conjunto de artículos que establecen normas y reglas que deben ser respetadas en el trato entre ambos pueblos, los que incluyen tránsito por su territorio, comercialización, deberes mutuos de defensa e impedimento del asentamiento de terceros en sus territorios.
Sin lugar a dudas el Parlamento de Tapihue es un tratado de amistad entre dos pueblos, algo relevante para el análisis actual, toda vez que, reconoce al pueblo Mapuche como tal, lo que implica dominio sobre un territorio, control administrativo, legislación, cultura y cosmovisión.
Doscientos años después nos debatimos en un conjunto de visiones sesgadas sobre aquello que malamente los chilenos hemos llamado “La Cuestión Mapuche”, la predominante es aquella que pretende criminalizar las acciones que llevan adelante agrupaciones mapuches en búsqueda de dar cumplimiento a derechos históricos acordados con la corona española primero, pero muy especialmente con el Estado chileno bajo este tratado.
Sin lugar a dudas, el Parlamento de Tapihue es una buena forma de disponer de elementos de juicio hoy para reconocer primero la existencia del pueblo mapuche y sus derechos, y con ello avanzar en la única posibilidad de solución al desencuentro actual, la conversación y negociación política que nos permita convivir como culturas hermanas y potenciar un desarrollo conjunto respetuoso de nuestras similitudes y diferencias.
Imagen gentileza de El Ciudadano