Una Visión del Conflicto Palestino – Israelí

Una Visión del Conflicto Palestino – Israelí

Una Visión del Conflicto Palestino – Israelí

Palestina corresponde a una región geográfica perteneciente al antiguo Imperio Otomano que luego de la primera guerra mundial es puesta bajo la administración inglesa por la Sociedad de las Naciones.

Los ingleses reconocieron en aquel entonces la Declaración de Balfour de 1917, en la que se manifestaba un apoyo a la creación de un estado judío en territorios palestinos, esto facilita la migración de judíos a dicho territorio. Durante las décadas comprendidas entre 1920 y 1950 se desarrolla un éxodo masivo de judíos desde Europa Oriental, mientras que desde inicios de la década del 30 dicho éxodo aumenta por la persecución judía desarrollada por el régimen nazi.

Es en ese momento en que se inician los enfrentamientos entre palestino y judíos, dado que los primeros buscan la creación de un estado y resisten la ocupación judía del territorio que habitan. Los enfrentamientos son frecuentes y ambas facciones recurren a la violencia para imponer su visión particular. Es así como, el Reino Unido solicita al finalizar la segunda guerra mundial a la recién creada Naciones Unidas que dé una solución definitiva al tema.

La resolución acordada por Naciones Unidas fue partir el territorio palestino aproximadamente a la mitad y crear dos estados independientes, uno árabe y otro judío, mientras que la ciudad de Jerusalén quedaba bajo la tutela internacional.

El estado judío es proclamado en 1948 y es lo que hoy conocemos como Israel, inmediatamente a su proclamación inicia una guerra con los árabes ocupantes del mismo territorio apoderándose por la fuerza del 77% del territorio asignado al futuro Estado Palestino y de una buena parte de Jerusalén (parte oeste). Lo que quedó del territorio correspondiente al futuro estado árabe, Franja de Gaza y Cisjordania, fue entregado a la administración de Egipto y Jordania. En la posterior guerra de 1967, Israel ocupó dichos territorios y la parte este de Jerusalén, la que fue anexionada a su territorio.

Desde la guerra de 1967 tanto los territorios de Gaza como Cisjordania son ocupados hasta el día de hoy por Israel.

La primera intifada, levantamiento árabe en Gaza, Cisjordania y territorios ocupados en 1987 y el posterior acuerdo de Oslo en 1993 da origen a la Autoridad Nacional Palestina a quien se le concede autonomía limitada sobre los territorios de Gaza y Cisjordania. Una segunda intifada hace que Israel retire sus fuerzas armadas desde los territorios ocupados y desaloje a alrededor de 7.000 colonos que se habían apropiado de tierras palestinas creando asentamientos judíos, pero mantenga el bloqueo e imponga condiciones de vida restrictivas a ambos territorios.

En un proceso eleccionario realizado el año 2006 las fuerzas de Hamas, un grupo radical musulmán palestino toma el control de la Franja de Gaza, mientras la Autoridad Palestina controla administrativamente Cisjordania. Desde ese minuto Israel y Egipto bloquen Gaza.

La Franja de Gaza es un territorio de 450 km2 que limita con Egipto, Israel y el Mediterráneo, en él habitan alrededor de 2,3 millones de palestinos en condiciones de hacinamiento, hambre, insalubridad y pobreza. Por un lado, el Mediterráneo controlado por las fuerzas navales israelíes, por el otro un muro fronterizo con Israel y su ejército, y una pequeña franja limítrofe con Egipto fuertemente controlada, lo convierten el algo parecido a un campo de concentración, tal vez, el mayor campo de concentración existente hoy en el planeta, o como la ha expresado Human Rigths Watch “una prisión al aire libre”.

Por otra parte, Cisjordania es un territorio aceptado como Palestino, pero mantenido bajo ocupación por Israel, en este territorio existe parcialmente una administración de la Autoridad Nacional Palestina, su población alcanza alrededor de 3 millones de habitantes, también existen alrededor de medio millón de israelíes que se han instalado en asentamientos en las tierras ocupadas, los que de acuerdo a las leyes internacionales son ilegales. La ocupación, bloqueo, usurpación y anexión de tierras palestinas hace que la zona sea de conflicto permanente y que los enfrentamientos entre el ejercito israelí y milicianos palestinos sea pan de cada día. Pese a lo asimétrico de las fuerzas en conflicto éste no cesará mientras se mantenga la ocupación, se devuelva el territorio ilegalmente tomado, se eliminen las anexiones unilaterales de territorios palestinos y se reconozca oficialmente el Estado Palestino.

El Estado Palestino no ha sido reconocido oficialmente pese a que una gran mayoría de los países del mundo está de acuerdo con ello, sin embargo, para que ello ocurra debe contar con la aprobación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en donde USA invariablemente se ha opuesto. Actualmente cuenta con el estatus de Estado Observador, otorgado por la Asamblea de las Naciones Unidas en noviembre de 2012.

De esta forma el conflicto que ha estallado estos días entre el movimiento Hamas (Franja de Gaza) e Israel está dentro de todo lo esperable para una zona altamente convulsionada. A los ejes del poder administrativo, político y económico mundial no les interesa la situación del pueblo palestino y sus reivindicaciones, toda vez que no les reporta ningún beneficio desde el punto de vista geopolítico ni económico, es más, probablemente la creación de un Estado Palestino sea una piedra en el zapato para el poder controlado por occidente. Tampoco les interesa desde el punto de vista humano, algo normal en quienes controlan el poder mundial, pese a lo doloroso, injusto y bárbaro que significa una guerra para los pueblos que la sufren.

Llama la atención que los judíos desde la diáspora ocurrida en el año 586 A.C. producto de la invasión de sus tierras por Nabucodonosor ll, su dispersión por todo el orbe y las persecuciones de diversos nacionalismos mundiales, repitan hoy con el pueblo palestino lo mismo sufrido por ellos históricamente. Parece que los seres humanos no aprendemos de nuestros errores, horrores y dolores históricos, pasando a ser solo detalles que importan si nos afligen directamente como grupo humano cerrado, sin ser capaces de utilizarlos como herramienta de conciencia para proyectar una cultura fraterna, solidaria y digna para todos los pueblos.

 

Jorge Pozo M.

Imagen de portada gentileza de www.las2orillas.co